jueves, 11 de abril de 2013

LA MUÑECA FEA


                                     

Todo está oscuro y estrecho. En un pequeño baúl había una muñeca rubia con coletas, estropeada debido al paso del tiempo. Una muñeca con aspecto triste, a causa del abandono de su dueña.

Cuando llegó a la casa de la niña, ella era una muñeca impresionante. Su dueña no paraba de gritar de alegría, jugaba con ella día y noche, era su amor, el juguete de sus ojos. La muñeca era feliz, tenía vestidos increíbles, podía ser desde azafata hasta cocinera, e incluso una ejecutiva; tenía toda clase de complementos como ropa, cosas materiales, algunas hechas por la mamá de su dueña y otras compradas en grandes establecimientos.

Pero va pasando el tiempo, la muñeca va envejeciendo, hasta que llega el punto de que aparecen nuevas muñecas más  completas que acaban sustituyéndola y su dueña acaba guardándola en el viejo baúl.

La muñeca llora y llora, está triste porque está sola, piensa en los tiempos de antaño, cuando ella era especial, única, y ahora está como un viejo trasto. Tiene la esperanza de que algún día, su dueña la rescatará de ese oscuro cofre de soledad y volverá a ser querida.Sin embargo, los años también pasan por su dueña, la cual no solo no la ha rescatado, sino que le ha puesto compañía en ese baúl y son esas muñecas que un día la reemplazaron.

La pobre muñeca seguía llorando y llorando, hasta que un día, de pena, desapareció para siempre

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