Verano de 1943. España vivía bajo la dictadura del
general Franco. En un pueblo de Andalucía, como cada mañana, Bernardo se
disponía a ir a la escuela.Era un muchacho de 17 años, de mediana estatura,
moreno, ojos marrones y pelo corto. Le encantaba asistir a la escuela y estar
con sus amigos, sobre todo con su mejor amigo Martín, un chico rubio, alto, de
ojos verdes, que volvía locas a todas las chicas del pueblo, las cuáles decían
que parecía un extranjero. Pero Martín solo tenía ojos para su novia Paqui, una
hermosa muchacha castaña, delgada, de largas y negras pestañas y unos ojos
negros como el carbón.
A la vuelta, Bernardo ayudaba a su padre, un humilde
panadero, en las labores de preparación del pan en el pequeño negocio que tenía
su padre y que servía de sustento económico a la familia. Su padre le decía:
-hijo mío, algún día este negocio será tuyo-.
Un domingo
soleado de primavera, Bernardo y sus amigos realizaron una excursión a la
montaña. Los cinco muchachos que iban, estaban alegres y contentos por poder
acampar, contar historias de terror y pasar una noche fuera de casa.
Llegaba la tarde y empezaba a hacer frío. Entonces
los chicos decidieron que lo mejor era hacer una hoguera. Bernardo, muy
atrevido, decidió ir a buscar leña y Martín fue con él, puesto que podría
perderse
Los dos chicos llegaron hacia el final del bosque,
un bosque frondoso con un pequeño
riachuelo de agua cristalina al fondo. Estaba anocheciendo y los chicos habían
terminado de cortar leña para la hoguera; entonces decidieron sentarse delante
del riachuelo y descansar un poco
-Me encanta la noche, sobre todo porque me gusta
mirar las estrellas- dijo Martín
-Bueno, las estrellas no creo que sean nada del otro
mundo, no me llaman la atención- contestó Bernardo
-Si ves una estrella fugaz, puedes pedir un deseo y
se hará realidad-dijo Martín
-¡Anda yaaa!- dijo Bernardo medio riéndose-.¿Pero tú
te crees que una estrella puede hacer que tus deseos se hagan realidad?
En ese momento, una estrella fugaz recorrió el cielo
a una gran velocidad
-¡Correee!!Pide un deseo- dijo Martín sobresaltado
-¿yaaa!!!-dijo Bernardo
Los dos chicos se miraron a la cara medio sonrientes
-¿Cuál fue tu deseo?-dijo Martín, curioso
-AAhhh, secretoooo- dijo Bernardo entre risas
-Venga, dímelo-insistía Martín
-Que nooo- dijo Bernardo
-Mira que eres capullo- seguía insistiendo Martín y
le pegó una colleja en la cabeza
Bernardo le respondió con una colleja y empezaron a
jugar a las peleas tirados en el suelo hasta que Bernardo terminó encima de
Martín. Entonces, los dos muchachos se miraron a los ojos y Martín empezó a
besar apasionadamente a Bernardo y éste le respondió siguiendo el beso
apasionadamente como previo de una noche de sexo y pasión en el que los cuerpos
de los dos jóvenes se fundieron en uno, teniendo como testigo el paisaje que le
rodeaba y el manto de la noche que les envolvía.
Al amanecer, los dos jóvenes se levantaron abrazados
el uno con el otro, se miraron con cara de vergüenza. Bernardo, para romper el
hielo, le dijo que deberían marchar hacia donde están sus amigos, a lo que
Martín no respondió y se pasaron todo el camino sin dirigirse la palabra.Tras
llegar a donde estaban sus amigos, éstos le preguntaron que donde se habían
metido toda la noche, que estaban preocupados por ellos, a lo que los dos
jóvenes contestaron diciendo que es que se habían perdido.
Pasaban los días y la relación entre Bernardo y
Martín se iba enfriando. Bernardo siempre intentaba hablar con su amigo, pero
Martín le ponía cualquier excusa para no estar con él, así que Bernardo cada
día que pasaba, lloraba y lloraba por el desprecio y el ignore que le hacía su
amigo
Pasaron los meses y Bernardo fue a hacer el servicio
militar, le destinaron a Melilla y estuvo allí el tiempo correspondiente el
servicio militar obligatorio. Al terminar, volvió a su pueblo. Su familia y
amigos estaban entusiasmados y le recibieron con una gran fiesta sorpresa.
Bernardo estaba emocionado de ver a toda la gente que quería, aunque faltaba
alguien: su gran amigo Martín.
Bernardo preguntó por Martín y uno de sus amigos le
contestó: -Martín, no ha podido venir, está muy ocupado con los preparativos de
dentro de dos días de su boda con Paqui.¿No te ha dicho nada?.
Bernardo
intentó disimular su tristeza y dijo:-No, se le habrá pasado, como hace mucho
que no se de él. Bueno ya lo veré en otra ocasión
Llegó el día del enlace de Martín, una mañana de
sábado con un clima fresco pero agradable, en la iglesia del pueblo, Martín y
Paqui se dieron el sí quiero saliendo corriendo de la iglesia mientras los
novios le tiraban el tradicional arroz al grito de: ¡viva los novios!
Tras la lluvia de arroz, Martín giró su cabeza a la
izquierda y vio de lejos a Bernardo sentado en un banco que había en una plaza
cerca de la iglesia. Bernardo le miraba con una mirada triste y, cuando Martín
giró la cabeza hacia otro lado, los ojos de Bernardo fueron poco a poco
llenándose de lágrimas, por lo que rápidamente se secó con un viejo pañuelo para
que nadie le viera llorar. Tras la boda, Martín y Paqui se fueron a vivir a
Madrid puesto que Martín había conseguido trabajo en la empresa de un tío suyo
que vivía en Madrid
1983. Habían pasado 40 años, en los que ocurrieron
muchos sucesos en la historia de nuestro país entre ellos, la muerte del
general Franco, instauración de una monarquía bajo la figura de Juan Carlos I,
las primeras elecciones y el intento de golpe de estado militar del 23 de
febrero de 1982. Bernardo había heredado el negocio de pan de su padre y,
gracias a su esfuerzo y trabajo, logró tener un gran monopolio.
En marzo de 1983, Bernardo tuvo que viajar a Madrid
por asuntos de trabajo. Paseando por una calle, vio una figura de mujer que lo
miraba atentamente. Bernardo se fijó en ella, la miró a sus ojos negros y
largas pestañas y dijo:-¿Paqui?
-Si Bernardo, soy yo Paqui- dijo ella-. Me alegro de
verte-.Se dieron dos besos y se sentaron en un café a charlar
-¿Y Martín?-dijo con una voz medio temblorosa Bernardo
-Murió- dijo Paqui con tono de tristeza-.Pero me dio
algo para ti, esta carta
Paqui se levantó, se despidió de Bernardo, mientras
él la miraba alejándose en el camino. Entonces Bernardo vio en la carta que
ponía: Para Bernardo
En esa carta ponía:
Para
ti, mi amor prohibido
Al
que nunca olvido
Y
al que siempre he querido
Me encantó!!!! Pongan más leyendas de amor homosexual💘
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